Por José Ángel González | Foto: Depor
La selección de Reinaldo Rueda una vez más decepcionó en un amistoso, esta vez ante la “sorprendente” Guinea que no tuvo más del 30% de posesión de balón; pero en su primera llegada a portería, concretó.
Las bajas del combinado chileno eran conocidas: Gary Medel y Alexis Sánchez por lesión, mientras que Fabián Orellana y Paulo Díaz fueron desafectados de la convocatoria y regresaron a sus respectivas escuadras.
“La Roja” entró con ímpetu a la cancha, pero carente de ideas, llegaba en ocasiones a la portería de Guinea; pero los remates eran trabados, contenidos o simplemente, desviados.
Con esa tónica y mientras corría el minuto 38 del cotejo, “Les Syli Nationale” llegaron con profundidad a la portería de Bravo y en buen número, un centro raso desde el sector izquierdo ofensivo dentro del área chilena llegó a los pies de Ibrahima Conte que se encontraba en la entrada del área penal y con remate furioso y cruzado a la zurda del guardameta nacional decretó la apertura de la cuenta.
Tras ello, el combinado chileno buscó y buscó sin mayores resultados, manteniendo el marcador en contra al término de la primera mitad.
Para el complemento, ingresaron Óscar Opazo y Miiko Albornoz en desmedro de Mauricio Isla y Alfonso Parot respectivamente, sustituciones que le dieron un refresco a la cara Chile; pero los goles tardarían en llegar, ya que recién a los 64′ y tras una buena jugada gestada por Pinares, Vidal cedió para Pulgar, quien remató cruzado pero Aly Keita contuvo dando rebote, permitiendo el oportunismo de Jean Meneses que “a bocajarro” decretó la igualdad en el marcador.
De ahí en más, ingresó Esteban Pavez (65′ por Erick Pulgar), Diego Rubio (65′ por Christian Bravo) y Sebastián Vegas (65′ por Jean Meneses), cambiando un poco el esqueleto del sistema, y esto empezó a traer más resultados, ya que mientras transcurría el minuto 71, Pinares nuevamente gestó una jugada por el centro del terreno y abrió tenuemente para Opazo en el sector derecho, quien de primera envió al corazón de área para que Felipe Mora marcara el 2-1 en el Estadio José Rico Pérez de Alicante.
Tres minutos más tarde, un centro de Diego Rubio desde el sector derecho fue intervenido ilícitamente por un zaguero africano, lo que se convirtió en infracción penal, y posteriormente en gol a través de Arturo Vidal, quien con un remate cruzado, arriba y a la derecha del golero guineano amplió el marcador a 3-1.
A los 75′ Claudio Baeza ingresó al campo en desmedro de un César Pinares que fue uno de los puntos altos del encuentro. Y aparentemente, la sustitución se hizo sentir, ya que la incertidumbre cayó en el reducto español a los 80′ del partido… Guinea buscó un pase profundo por el sector derecho ofensivo, Guillermo Maripán se quedó “atornillado” en la zaga, permitiendo el libre ingreso de dos hombres al área chilena, uno de ellos, Sory Kaba quien recibió el balón, frenó, vio que el área estaba cubierta; pero se vislumbraba un compañero desde “tres cuartos” cancha, así que con un centro atrás (centro de la muerte) a la entrada del área penal encontró a Ibrahima Camará que con un remate potente y cruzado, dejó sin opciones a Claudio Bravo que sólo vio junto con su línea defensiva como la pantalla del estadio se colocó 3-2.
De ahí en más, Guinea se aproximó con mayor peligro a la portería; pero pese a los intentos, no hubo un nuevo grito de gol en el estadio.
La selección chilena sigue cosechando dudas, si bien el partido se ganó, no se logró jugando bien, tampoco con una idea clara. Aparentemente, el duelo quedó en posesión nacional debido a las ganas de los jugadores por no querer perder.
Aún quedan dos amistosos, se probaron variantes, también es cierto; pero ahora lo que deja con gusto a poco es “el concepto”, esa idea de como proyectar el balón a la portería rival o como protegernos con el balón en los pies. Muchas dudas (que aparentemente con cada partido aumentan) y muy pocas respuestas tras una nueva jornada doble de amistosos.