Por Diego Córdoba/Foto: AP
Esta semana la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) presentó un ambicioso proyecto para todas sus selecciones, en el cual incluye la renovación de la imagen corporativa y la elección de Jordi Cruyff como entrenador de la absoluta del Tri de cara a Qatar 2022.
La idea surge tras la mala campaña del combinado en la pasada Copa América de Brasil, donde no pasaron la fase de grupos, por lo cual la Federación quiere olvidar las malas campañas y apostar por el futuro mezclando las tradiciones que presentan el país de la mitad del mundo.
En primer lugar el cambio más significativo: su escudo. Se abandonó el clásico logotipo con su bandera de fondo para dar paso a un formato más minimalista, resaltando el azul y el dorado pero sin abandonar el cóndor, su animal nacional y que es formado con las siglas FEF. Sin duda la transformación más radical de toda la historia de su imagen y que ha divido tanto a hinchas como a especialistas en marketing y diseño.
Este proyecto también incluye la incorporación del catalán-neerlandés Jordi Cruyff, hijo del mítico Johan Cruyff y que será el que comandará el destino de la selección Ecuatoriana para las próximas clasificatorias. El europeo reemplazará al colombiano Hernán Darío Gómez en la banca y tiene antecedentes como entrenador en el Macabi Tel Aviv de Israel y Chongqing Lifan de China, por lo tanto será su primera experiencia al mando de un equipo nacional.
Toda esta idea surge para potenciar a un fútbol que tiene como máximo estandarte a Independiente del Valle, ultimo campeón de la Copa Sudamericana y que no ve desde Brasil 2014 a su selección adulta en un mundial, sumado al complejo momento político y social que vive el país sudamericano a menos de tres meses del inicio de la aventura rumbo a Qatar.